El 2020 ha sido un año fuera de lo común, marcado por la pandemia del nuevo coronavirus. Si bien es comprensible que la atención se centre en el impacto directo del COVID-19, es esencial ver la crisis de salud desde una perspectiva más amplia. Compartimos algunos acontecimientos importantes que ocurrieron a lo largo del 2020 y en los que Médicos Sin Fronteras dio respuesta.
El 2020 ha sido un año fuera de lo común, marcado por muchos acontecimientos importantes y sobre, todo. la pandemia del nuevo coronavirus. Hasta el momento, el COVID-19 ha dejado más de 1.600.000 personas fallecidas y 75.000.000 de personas contagiadas en todo el mundo.
Desde el comienzo del COVID-19, MSF ha lanzado proyectos específicos en muchos de los países más afectados por la pandemia. Al mismo tiempo, los equipos de la organización han estado trabajando para mantener los servicios médicos regulares, de los cuales dependen muchísimas personas a nivel mundial.
Si bien es comprensible que la atención se centre en el impacto directo del nuevo coronavirus, es esencial ver la crisis de salud desde una perspectiva más amplia. En los lugares donde los sistemas de salud son frágiles y muchas personas viven a menudo en condiciones extremadamente precarias, el impacto indirecto de la pandemia podría ser catastrófico y por eso es importante visibilizar aún más su situación.
Estas son algunas de las crisis humanitarias que ocurrieron a lo largo del 2020 y en las que Médicos Sin Fronteras (MSF) dio respuesta.
Ataque a una maternidad en Afganistán
El 12 de mayo fue un día fatídico para Afganistán: en el Hospital Dasht-e-Barchi, en la ciudad de Kabul, 16 madres fueron asesinadas a tiros sistemáticamente; cinco de ellas en pleno trabajo de parto. También perdieron la vida una matrona de MSF, dos niños, de 7 y 8 años respectivamente, y otras seis personas que estaban presentes en el recinto.
Tras el brutal ataque, MSF tuvo que tomar la difícil decisión de finalizar sus actividades en el hospital, luego de ese acto de violencia desmesurada cuyo objetivo fueron los pacientes, los trabajadores sanitarios y la ayuda humanitaria. Solo en 2019, en esta maternidad se asistieron casi 16.000 partos. Al forzar su cierre, los agresores consiguieron también dejar sin atención médica esencial a miles de mujeres y sus bebés, en un lugar donde la mortalidad materna y neonatal sigue siendo de las más altas del mundo.
Entradas a la unidad de atención psicosocial y a la oficina del hospital Dashte Barchi, en Kabul, después del ataque en Afganistán. © Frederic Bonnot/MSF
Migración durante la pandemia en América Latina
La pandemia de COVID-19 afectó gravemente las vidas de millones de migrantes venezolanos que se vieron obligados a hacer el viaje de regreso a su país debido a la pérdida de ingresos causada por los confinamientos y las medidas de cuarentena que se llevaron a cabo en muchos países de América Latina.
Estados Unidos, epicentro de la pandemia en el continente, endureció sus métodos de contención a la migración a través de la deportación de miles de migrantes a sus países de origen o a otros de la región, donde quedaron atrapados indefinidamente. Los centros de detención de migrantes en los EE.UU. se convirtieron en lugares con gran incidencia de COVID-19, mientras que países como México, El Salvador, Honduras, Guatemala o Haití tuvieron dificultades para establecer centros de recepción o refugio adecuados, o para prestar la asistencia necesaria a los retornados y prevenir la transmisión de la enfermedad.
Debido a la pandemia, el campamento se cerró con una valla. La gente que vive allí ya no tiene la misma libertad para salir, usar el agua del Río Grande para lavar la ropa o buscar leña por su cuenta. Ahora dependen de las donaciones que llegan cada día. Septiembre de 2020. © MSF/Arlette Blanco
Los peligros del COVID-19 en la salud de las mujeres
La pandemia de COVID-19 ha tenido impactos secundarios potencialmente catastróficos en la salud de mujeres y niñas en todo el mundo, incrementando su exclusión a los servicios de salud sexual y reproductiva, lo que amenaza con un fuerte aumento de la mortalidad materna y neonatal. En varios países donde MSF tiene actividades, se pudo observar que la salud de las mujeres se vio afectada durante la pandemia por cierres y recortes en los servicios de salud sexual y reproductiva, restricciones de movimiento, incluidas las prohibiciones de viaje, bloqueos y toques de queda; interrupciones de la cadena global de suministros y falta de información y orientación clara sobre salud pública.