La caída de El Palta: el «heredero» de El Martillo que erigió narco-imperio de más de $2 mil millones
Un Audi TT, un Ford Mustang, un Nissan Skyline GTR y hasta un Lamborghini Huracán eran sólo parte del parque automotriz que ostentaban y utilizaban para moverse los líderes de una organización narco en la región del Bío Bío. Fue esa misma pasión por las tuercas la que los hizo sucumbir.
Más de 20 integrantes de la red criminal dedicada a la internación y distribución de droga cayeron como fruto de un mega-operativo llevado a cabo la Policía de Investigaciones (PDI) en las regiones del Bío Bío y Ñuble que contó con la participación de más de 400 efectivos y hasta un helicóptero institucional.
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Jueves 21 Marzo, 2024 | 11:32
Entre los detenidos se encuentra uno de los dos líderes de la organización: Jorge Espinosa Zapata de 35 años, alias El Palta, quien se encargaba de hacer todas las coordinaciones respectivas para que el negocio funcionara. Aquella función la logró desempeñar con éxito por varios años.
El Palta, como era conocido en el mundo del hampa, “partió desde abajo”, según comentan desde la policía civil. En su minuto era uno más de los cientos de micro-traficantes que deambulan por la zona, pero le empezó a ir bien. Así terminó “heredando” el narco-imperio que erigió un viejo conocido de Hualpén: Reinedio González Duran, el famoso Martillo.
En esa línea, el centro de operaciones de la estructura criminal desbaratada recientemente estaba precisamente la comuna de Hualpén, región del Bío Bío. Sin embargo, los tentáculos de la narco-banda se extendían por distintos rincones del Gran Concepción y alrededores.
Las empresas de fachada —incluido un club nocturno en Concepción y una botillería en Hualpén— más otras compañías de papel y los testaferros, no fueron suficiente techo para cubrir los movimientos financieros.
Un Audi TT, un Ford Mustang, un Nissan Skyline GTR y hasta un Lamborghini Huracán eran sólo parte del parque automotriz que ostentaban y utilizaban para moverse los líderes de una organización narco en la región del Bío Bío. Fue esa misma pasión por las tuercas la que los hizo sucumbir.
Más de 20 integrantes de la red criminal dedicada a la internación y distribución de droga cayeron como fruto de un mega-operativo llevado a cabo la Policía de Investigaciones (PDI) en las regiones del Bío Bío y Ñuble que contó con la participación de más de 400 efectivos y hasta un helicóptero institucional.
Entre los detenidos se encuentra uno de los dos líderes de la organización: Jorge Espinosa Zapata de 35 años, alias El Palta, quien se encargaba de hacer todas las coordinaciones respectivas para que el negocio funcionara. Aquella función la logró desempeñar con éxito por varios años.
El Palta, como era conocido en el mundo del hampa, “partió desde abajo”, según comentan desde la policía civil. En su minuto era uno más de los cientos de micro-traficantes que deambulan por la zona, pero le empezó a ir bien. Así terminó “heredando” el narco-imperio que erigió un viejo conocido de Hualpén: Reinedio González Duran, el famoso Martillo.
En esa línea, el centro de operaciones de la estructura criminal desbaratada recientemente estaba precisamente la comuna de Hualpén, región del Bío Bío. Sin embargo, los tentáculos de la narco-banda se extendían por distintos rincones del Gran Concepción y alrededores.
Las empresas de fachada —incluido un club nocturno en Concepción y una botillería en Hualpén— más otras compañías de papel y los testaferros, no fueron suficiente techo para cubrir los movimientos financieros.